sábado, 30 de junio de 2012



Del amor al no me olvides...

En la víspera de la elección más cerrada, competida y desde luego, más polémica en toda la historia del País, quiero iniciar este planteamiento disculpándome con gente que estimo, admiro y sobre todo, comparto una infididad de similitudes, situaciones y percepciones, y con las cuales considero pertinente aclarar mi postura asumida durante los últimos días.

Mis planteamientos, creo haberlo aclarado al principio de haberlos iniciado, han sido externados y dirigidos no hacia mis estimados compañeros y amigos, conocidos y vecinos, sino que apuntan directamente a la figura del candidato presidencial de las izquierdas, el carismático y nunca bien ponderado Andrés Manuel López Obrador; líder indiscutible y aguerrido político tabasqueño, quien desde sus inicios dio claras muestras de que lo suyo, eras las más altas esferas.

Reconozco, que exacerbado por alicientes insólitos e inverosímiles para un servidor, tales como el 'voto útil' y el no-me-acuerdo-no-es-verdad, o 'el PRIAN es peor' he puesto a disposición de todos y cuantos tienen acceso a mi cuenta de FaceBook y Twitter,  diversos razonamientos basados en hechos posturas y actitudes del mencionado personaje, sin que eso represente especulación o calumnia. No. Los hechos están ahí.

Yo sé que he lastimado susceptibilidades (al menos 2 amigos -ahora ex amigos-, me han bloqueado en sus respectivas cuentas), y algunos más (seguidores de AMLO, desde luego) me demuestran que han interpretado mi postura de manera personal contra sus convicciones y con quien se sienten identificados. Nada más lejos de la verdad que el querer atacarlos de manera personal y dolosa.

No entraré en detalle acerca de las agresiones, burlas y críticas que he recibido por denostar las debilidades y limitaciones del Peje (algunas han trascendido hasta lo personal/laboral), y no considero pertinente trasladarlo a ese nivel ni repetirlas aquí  (cada quien sabe de qué hablo), dimensionándolo de una forma que no es, y para la que no estaba planeado dicho proceso.

Mi intención era y es, antes de llegar al punto de no retorno en estas votaciones, externarme libremente según mi percepción, contra AMLO, sus debilidades y los peligros que considero amenaza su posible ascenso al poder. Nunca ataqué a ninguno de mis compañeros, amigos y demás, al contrario, con argumentos y hechos, demostré mis puntos y respaldé mis cuestionamientos. 

También, he de reconocerlo, buscaba orientar con verdades y realidades, a quien no estuviera del todo convencido del proyecto de nación que cada candidato representa.

Dentro de este ejercicio, fue muy divertido compartir con todos ellos opiniones, argumentos, debates y hasta carrilla; la verdad, nos ayudó a conocerlos mejor.

Les repito: el aprecio, la amistad y la camaradería (al menos de mi parte) nunca se vio comprometida por defender su postura y yo la mía. Suerte en estas votaciones, levántense temprano y voten. Un abrazo.